Agua. Luz. Tiempo.
La milenaria Carrasca de Lecina, en Bárcabo, es hija de tres amores.
La visitamos de vez en cuando para disfrutar de la paz que regala. Ella no nos necesita para nada, pero nosotros a ella sí.
Sabemos muy bien que todo el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara es un territorio inmenso donde la naturaleza virgen, el silencio, el aire, transmiten algo muy parecido a la paz y el sosiego que hoy necesitamos.
Vamos a verla cuando queremos para nosotros mismos un poco de esa paz, ese silencio, algo de sosiego y quizá un instante de reflexión sobre lo que supone vivir y crecer con respeto y cariño en plena naturaleza.
Queremos compartir contigo esta emoción.

Queremos pedirte a ti el apoyo para que la Carrasca de Lecina sea elegida Árbol del Año en Europa. Queremos que este reconocimiento sirva de apoyo incondicional al respeto y el dejar hacer a la naturaleza. Queremos que la Carrasca de Lecina sea embajadora de las gentes que habitamos en estas tierras milenarias de Huesca.
Ahora necesitamos su apoyo, como habitante veterano de nuestros parajes, para seguir viviendo aquí, en el medio rural de Huesca, junto a los Pirineos, y que esto sea una realidad cargada de futuro. La Carrasca de Lecina no nos necesita para nada. Quede claro. Nosotros la necesitamos a ella.
Con todo el respeto.