La Villa de Ainsa tenía entre sus planes pedir prestada la iluminación navideña a la empresa Rocher.
Al final, no ha sido posible disponer de esa iluminaria especial y todo se ha quedado en agua de borrajas. Ainsa, sin embargo, siempre brilla.
No vamos a entretenernos en las razones, no importa.
Se trataba de un concurso entre municipios preciosos para engalanar sus fiestas participando en un juego que ganaría el más apoyado.
La iluminación navideña, la televisión, los medios de comunicación en general, las caras de famosos comiendo bombones, son una gran campaña promocional del pueblo ganador.
Como en todos los juegos, unos ganan y otros juegan. Es lo que hay.
El vecindario de la villa de Ainsa se ha volcado con ilusión y trabajo.
Las administraciones a las que se ha solicitado apoyo han respondido aportando su granito de arena. Diferentes entidades, empresas de promoción, asociaciones turísticas, han participado de buena gana sumando lo dicho, ilusión y ganas de ganar.
La Asociación Turismo Verde Huesca ha invitado a participar a sus asociados, clientes y amigos a contribuir con su respaldo a que Ainsa sea más brillante estas fiestas navideñas.
Todo se ha quedado en agua de borrajas, como decimos en Aragón para referirnos a aquello que se queda en nada y, puede producir frustración.
No han faltado voces discrepantes con el gasto de esta campaña, pero tratándose de promoción turística, toda es buena y siempre algo queda.
Hay muchas cosas que pensar en frío, pero vamos a dejarlo para otra ocasión. Ainsa siempre brilla, y !anda que no tiene tajo¡ para lucir palmito, recursos y servicios para traer turístas todo el año. Con nieve o sin ella.
Ainsa puede hacer lo que quiera, en cualquier caso, con la luz encendida o apagada.
Ainsa, siempre brillante.
¡Felíz navidad!